🟥 Vox ya gobierna: el PP como caballo de Troya de la ultraderecha
Cómo el Partido Popular ha blanqueado y potenciado la agenda ultraconservadora de Vox
Contextualización
En las últimas elecciones, el Partido Popular (PP) se presentó como el baluarte de la moderación en un panorama político convulso. Sin embargo, tras varias alianzas y acuerdos a nivel autonómico, lo que realmente ha hecho ha sido servir de caballo de Troya para la ultraderecha de Vox. El PP ha dado paso, en muchos casos de manera cómplice, a medidas que recortan derechos, promueven el negacionismo climático y aplican políticas de censura cultural, todo ello bajo el manto de un "gobierno de unidad" o de "salvaguarda de la democracia".
Feijóo y su grupo no solo blanquean el discurso de Vox; en muchos casos ejecutan sus políticas. Mientras tanto, los votantes del PP se ven cada vez más alejados de los principios democráticos, viendo cómo su partido se hunde en un mar de contradicciones y sumisión a los intereses ultraconservadores.
I. El PP y Vox: la alianza que nadie vio venir
El PP siempre se ha presentado como el defensor de la Constitución, el partido que evitaría que España se desestabilizara con cualquier tipo de radicalismo. Pero, con la llegada de Vox a las instituciones autonómicas, Feijóo ha optado por la estrategia de la "conveniencia". En vez de frenar los avances ultraderechistas, blanquea sus propuestas y las aplica, haciendo un paripé de gobernabilidad mientras concede poder a los sectores más radicales.
El PP, al asumir pactos con Vox en Castilla y León, Comunidad Valenciana, Aragón, Murcia e Islas Baleares, ha quedado atrapado en un juego peligroso. Vox, a través de estos pactos, no solo ha ganado poder, sino que ha impuesto su agenda sin ningún tipo de resistencia significativa. La incoherencia del PP es palpable: en lugar de frenar a Vox, les ha dado alas para imponer políticas que recortan derechos fundamentales.
II. El silencio cómplice de Feijóo: cuando el liderazgo se vuelve sumisión
Feijóo ha sido, durante su liderazgo, el máximo exponente de la incoherencia. Mientras en los medios de comunicación se presenta como el defensor de la unidad de España, en los gobiernos autonómicos bajo su control se avanza sin freno hacia una agenda ultraconservadora.
Feijóo no ha sido capaz de detener la entrada de Vox en las instituciones, ni ha frenado el impulso de sus políticas de censura cultural ni el recorte de derechos. Su silencio ante medidas como la prohibición de la educación en diversidad o el negacionismo climático en las comunidades gobernadas por Vox es elocuente. No se trata de una falta de control, sino de una decisión política. Feijóo ha elegido ceder ante la presión de la ultraderecha, sin importarle la polarización social ni el daño que estas políticas están haciendo a la democracia.
III. Ayuso: la otra cara de la moneda
En la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso ha seguido un camino paralelo. En lugar de marcar distancias con Vox, ha adoptado sus prácticas en cuanto a propaganda y políticas regresivas. Ayuso ha sido la gran aliada estratégica de Vox, no solo en los discursos, sino también en las políticas públicas.
En lugar de promover el diálogo y la inclusión, Ayuso ha preferido excluir a los sectores más vulnerables de la sociedad, recortar en sanidad y educación e incluso imponer restricciones a los derechos civiles. Su posición ante el negacionismo climático y las censuras culturales muestra cómo el PP, al igual que Feijóo, se ha convertido en un instrumento de la ultraderecha. No es simplemente que Vox haya ganado terreno: el PP lo ha facilitado.
IV. La censura cultural: la mayor amenaza de la nueva derecha
Uno de los ejes centrales de la agenda de Vox es el control cultural: la censura en las artes, los medios de comunicación y la educación. En varias regiones gobernadas por el PP, con el apoyo de Vox, se ha dado luz verde a iniciativas que restringen la libertad de expresión.
Desde la prohibición de libros en bibliotecas públicas hasta la censura de contenidos educativos relacionados con la diversidad de género o el feminismo, el PP ha colaborado activamente con Vox en su cruzada para reducir la pluralidad cultural. La actitud del PP ante estas acciones no es solo una cuestión de tolerancia, sino de complicidad.
V. El negacionismo climático: una política suicida
Vox y el PP, en muchos casos, han avanzado juntos en el terreno del negacionismo climático. Si bien Vox es abiertamente anticientífico en cuanto al cambio climático, el PP ha adoptado, como si fuera propio, su discurso negacionista.
Esto ha quedado claro en las políticas de desregulación ambiental impulsadas por los gobiernos autonómicos del PP-Vox, donde se ha debilitado la protección de los recursos naturales, se ha frenado la transición energética y se han desmantelado las políticas de sostenibilidad. La actitud cómplice del PP ante el avance del negacionismo climático es otra de las pruebas de su alianza con Vox.
VI. Vox impone su agenda: el PP cede el poder sin resistencia
Vox ha logrado imponer su agenda no solo en los pactos de gobierno, sino también en las políticas públicas de las comunidades gobernadas por el PP. La influencia de Vox ha sido clave en temas clave como la revisión de los derechos de las mujeres, la ley de memoria histórica y la educación.
El PP, en lugar de contrarrestar estas políticas, ha cedido todo el poder a Vox, permitiendo que sus propuestas más extremas se implementen sin ningún tipo de freno.
Lo que inicialmente parecía una alianza estratégica se ha convertido en un verdadero golpe a la democracia, donde Vox no solo ha ganado terreno, sino que ha impuesto una agenda que, bajo el manto de "moderación", no es más que una vuelta atrás en los avances sociales.
Conclusión: el PP y Vox, la misma moneda con diferente cara
El Partido Popular ha dejado de ser el defensor de la democracia y el pluralismo que solía ser. En lugar de frenar el avance de Vox, ha cedido a su agenda ultraderechista. Lo que, es más, Feijoo y Ayuso han facilitado la implementación de políticas regresivas que afectan los derechos civiles, la cultura y la libertad de expresión.
El PP ya no es un partido moderado, sino un socio necesario para que Vox avance sin restricciones. La incoherencia del PP, que se presenta como defensor de la unidad y la democracia, queda expuesta al ver cómo cede a las demandas de una ultraderecha que pone en peligro los cimientos mismos de la sociedad española.
Llamado a la Acción (CTA)
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Dr Ney Briones Zambrano.
Director ejecutivo Movimiento Pluricultural Quinta Región.
Redactor Red ecuador conecta noticias /substack
Bibliografía y fuentes
BOE. Leyes y reformas citadas: Ley de Vivienda, Ley de Memoria Histórica.
El País. Informes sobre pactos PP-Vox y políticas públicas en comunidades autónomas.
La Vanguardia. Crónicas de desregulación ambiental en gobiernos autonómicos PP-Vox.
ElDiario.es. Análisis de censura cultural y negacionismo climático en España.
Público. Informe sobre la alianza política y social entre el PP y Vox en gobiernos autonómicos.