🪑 Una silla incómoda (aunque sea en primera fila)
*Mientras Ecuador enfrenta una crisis social profunda, el presidente prefiere los flashes del Vaticano a los hospitales colapsados. Esta es una mirada crítica —y necesaria— al viaje más publicitado y
**Por Dr. Ney Briones Zambrano –Redactor Ecuador conecta noticias, Director ejecutivo Movimiento Pluricultural Quita Región.
¡Gran noticia nacional! Daniel Noboa estuvo en primera fila en el Vaticano.
Eso dicen los titulares, eso repitieron los medios una y otra vez como si la posición en una banca religiosa marcara el nivel de liderazgo internacional del Ecuador. Pero entre tanta alabanza visual y pauta disfrazada de cobertura, se les pasó un pequeño —pero no menor— detalle: ¿ya vieron quién estaba sentado a su lado?
Sí, el presidente de Colombia, Gustavo Petro. Ese mismo que todavía no reconoce oficialmente a Noboa como presidente legítimo del Ecuador. Un gesto diplomático que, en cualquier otra parte del mundo, se consideraría un escándalo. Pero en nuestro país, se le pone Photoshop.
¿Incómodo? Claro. ¿Humillante? Probablemente. ¿Digno de titulares? Absolutamente. ¿Lo dijeron los medios? Ni una palabra.
Porque en el Ecuador mediático, los periódicos no investigan: aplauden. La prensa no cuestiona: maquilla. Y si hay que elegir entre informar y obedecer, muchos optan por conservar la pauta.
## La gran escena: una silla dorada y una incomodidad gris
En medio de la fastuosa misa de entronización del papa León XIV, Noboa y su esposa, Lavinia Valbonesi, fueron colocados en “la codiciada primera fila” junto a otros líderes mundiales. Hasta ahí todo bien, si uno se guía solo por el encuadre.
Pero basta ver las imágenes sin filtro propagandístico para notar que el presidente no estaba precisamente relajado. No es para menos: compartir banca con un mandatario que no lo reconoce, mientras se está bajo la mirada del mundo, es como aparecer en la foto familiar del ex que aún no te supera… pero con incienso y sotana de por medio.
## El costo del protagonismo
Mientras Ecuador vive una de sus peores crisis sociales, con hospitales colapsados, servicios públicos deteriorados, y un país ahogado entre violencia, corrupción y desempleo, Noboa decidió que era prioritario volar a Roma con su esposa y su comitiva, para una misa que, aunque simbólicamente relevante, nada aporta a la urgencia nacional.
Y no, no hubo acuerdos. No hubo reuniones bilaterales relevantes. No hubo anuncio de inversión ni cooperación internacional. Solo fotos, flores, incienso… y la bendición de aparecer en las páginas de farándula política, donde todo parece valer si viene en formato vertical y con buena luz.
¿Y cuánto costó el viajecito? Mejor no preguntar. A los medios tampoco les interesó.
## La prensa que mira para otro lado (o directamente al flash)
Los titulares se redactaron solos:
**“Noboa en primera fila en el Vaticano”**
**“El presidente saluda al papa”**
**“Elegancia y sobriedad de la primera dama”**
Pero nadie dijo:
**“Noboa sentado junto a un presidente que no lo reconoce”**
**“Ecuador paga caro por un lugar en la foto”**
**“Viaje innecesario mientras el país se desmorona”**
Y es que cuando el gobierno paga, los medios callan. O peor aún: celebran.
## Una foto no es política exterior
La política internacional no se mide en selfis ni en asientos preferenciales. Se mide en relaciones, acuerdos, respeto mutuo y gestión de conflictos. ¿Qué gana Ecuador al estar sentado junto a Petro en un acto litúrgico, cuando no hay un solo paso concreto de diálogo o reconocimiento institucional de por medio?
Nada. Solo imagen. Solo artificio. Solo la ilusión de que el poder se sostiene con flashes y bendiciones… mientras el país se hunde sin salvación.
Porque sí, estuvo en primera fila.
Pero no por liderazgo, sino por protocolo.
Y sí, lo vimos en la foto.
Pero también vimos lo que intentan ocultar.
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