"Sin Reyes: La Larga Marcha Contra el Autoritarismo de Trump"
Más de 7 millones de voces en todo el país se levantaron contra el autoritarismo y la amenaza a la democracia. La lucha por un futuro sin reyes ha comenzado.
Contextualización:
El 18 de octubre de 2025, Estados Unidos fue escenario de una protesta histórica: más de siete millones de personas se unieron bajo el lema “No queremos reyes”, exigiendo el fin del avance autoritario liderado por Donald Trump. Las manifestaciones se extendieron a lo largo de 2.600 localidades en todo el país, convirtiéndose en el acto de resistencia más grande registrado hasta ahora contra la administración Trump. Este levantamiento no es solo una reacción a las políticas internas de Trump, sino un reflejo de la creciente preocupación sobre el deslizamiento autoritario que pone en peligro las bases democráticas del país. La amenaza no solo es local, sino global, y esta jornada de lucha resuena como una llamada de atención para el mundo entero.
I. El Ascenso del Autoritarismo: La Figura de Trump como Peligro Global
Bajo el liderazgo de Donald Trump, Estados Unidos ha experimentado un proceso alarmante de erosión de los principios democráticos fundamentales. Desde el principio de su mandato, Trump ha adoptado políticas que han debilitado el sistema de pesos y contrapesos, los derechos civiles y la justicia social. Su uso del poder ejecutivo para tomar decisiones unilaterales, la minimización de los controles judiciales y la manipulación de las instituciones para fines políticos han generado preocupaciones sobre la salud democrática del país.
Trump no solo es un producto del populismo estadounidense, sino una figura que, al igual que otros líderes autoritarios en la historia, ha utilizado la fragmentación social para consolidar su poder. La concentración del poder en manos de una sola figura no solo representa una amenaza para Estados Unidos, sino también para el orden democrático global.
II. Las Políticas de Trump: Un Rechazo Sistémico a los Derechos Humanos y la Democracia
Las políticas de Trump, especialmente en lo que respecta a la inmigración, la represión de la protesta social y el trato hacia las minorías, se alejan cada vez más de los valores democráticos y los derechos humanos fundamentales. La administración Trump ha recurrido a tácticas de miedo, criminalización y represión para afianzar su control sobre sectores vulnerables de la población, como los inmigrantes, las comunidades afroamericanas y los pueblos indígenas.
La agenda migratoria de Trump ha sido la más visible y la más devastadora. No se trata simplemente de políticas restrictivas, sino de una estrategia sistemática para demonizar a quienes buscan asilo y refugio, creando un clima de inseguridad y hostilidad que deshumaniza a los migrantes. Al mismo tiempo, la administración ha permitido que organismos como ICE actúen sin rendir cuentas, transformando a estas instituciones en instrumentos de represión política.
III. El Populismo de Trump: Un Proyecto de División Social y Desinformación
El populismo de Trump no se basa en soluciones a los problemas estructurales de la sociedad estadounidense, sino en la creación de un enemigo común y en la exacerbación de las tensiones sociales. Utiliza un discurso populista para generar una falsa sensación de unidad entre sus seguidores, al tiempo que polariza profundamente al resto de la sociedad. En lugar de fomentar el diálogo y la cooperación, Trump ha promovido un ambiente de confrontación y división.
Este tipo de populismo no es una respuesta a las necesidades sociales, sino una estrategia para ganar poder mediante la manipulación emocional y la desinformación. Al atacar a las élites y los medios de comunicación, Trump ha logrado crear una narrativa donde él es el único defensor de los “verdaderos” estadounidenses, mientras que todos los demás son considerados enemigos de la nación.
IV. La Protesta del 18 de Octubre: Más que una Manifestación, un Movimiento de Resistencia
El 18 de octubre de 2025 se convirtió en un punto de inflexión para la resistencia democrática en Estados Unidos. En esta jornada, millones de personas salieron a las calles no solo para protestar contra las políticas de Trump, sino para rechazar la tiranía emergente que amenaza las libertades fundamentales. La movilización fue una expresión de rechazo a la autocracia y un llamado urgente a restaurar los principios democráticos.
Las imágenes de la protesta —con pancartas, disfraces y lemas como “No queremos reyes”— fueron una clara representación de un pueblo cansado de vivir bajo el autoritarismo. La diversidad de las protestas, que incluyó a comunidades de diferentes orígenes y perspectivas políticas, subrayó el carácter inclusivo del movimiento y su mensaje de unidad frente al peligro que representa el actual régimen.
V. Trump como Símbolo de una Amenaza Global al Orden Democrático
Lo que ocurre en Estados Unidos no es un fenómeno aislado. El autoritarismo de Trump ha servido de inspiración a líderes populistas y autocráticos en otras partes del mundo, como Brasil, Polonia y Hungría. La estrategia de dividir a la sociedad y concentrar el poder en manos de un solo líder no es exclusiva de un país; es un patrón que se repite en diferentes contextos políticos.
Por tanto, la lucha contra el autoritarismo de Trump debe verse como parte de una resistencia global. Si Trump no es detenido, su modelo de gobierno podría extenderse a otros países, poniendo en peligro las democracias en todo el mundo. Las protestas del 18 de octubre no solo fueron una manifestación contra un gobierno fallido, sino una llamada de alerta para las democracias en peligro.
VI. El Futuro: La Larga Batalla por la Democracia
Aunque las protestas del 18 de octubre marcaron un momento de gran movilización, la verdadera batalla está lejos de haber terminado. La resistencia debe continuar más allá de las calles y de las manifestaciones, en las urnas, en las redes sociales, en la educación y en los medios de comunicación. Es esencial que el pueblo estadounidense, junto con el resto del mundo, se mantenga alerta ante la amenaza autoritaria y trabaje de manera conjunta para proteger los valores democráticos.
La lucha por un futuro sin reyes no es solo una resistencia contra un hombre, sino contra un sistema que, si no se enfrenta, podría convertirse en el nuevo orden global.
Conclusiones
Las protestas del 18 de octubre han puesto de manifiesto lo que muchos ya sabían: la democracia estadounidense está en peligro. La administración de Trump no solo amenaza con desmantelar el sistema político interno del país, sino que sus políticas autoritarias tienen el potencial de contagiar a otras naciones. Este es un momento crítico para la humanidad, y el grito de “No queremos reyes” debe resonar más allá de las fronteras de Estados Unidos.
Bibliografía:
Briones Zambrano, Ney. Trump y el autoritarismo: Un análisis sobre la erosión de la democracia y los derechos humanos en EE. UU. Editorial Justicia Global, 2025.
Martínez, Claudia. El populismo de Trump: Estrategias de división y el colapso de los valores democráticos. Washington Post, 2025.
Pérez, Juan. El impacto global de las políticas autoritarias de Trump: Un análisis comparativo. Revista Democracia y Desafíos, 2025.
Firmado:
Dr. Ney Briones Zambrano
Director Ejecutivo Movimiento Pluricultural Quinta Región
Master en Medicina Tropical y Salud Internacional (UB)
Redactor Red Conecta Ecuador Noticias / Substack
