La Fiscalía de Sevilla investiga el supuesto borrado de pruebas en los cribados de cáncer de mama: ¿Cómo la desidia política y los recortes han puesto en peligro vidas?
La investigación del Ministerio Público se suma a la ya abierta por la Fiscalía de Andalucía, pero la falta de transparencia y la privatización del sistema sanitario andaluz agravan la crisis.
I. Contextualización: Un escándalo sanitario que no puede ignorarse
El caso de los cribados de cáncer de mama en Andalucía ha provocado una alarma generalizada entre las afectadas y la opinión pública. La Fiscalía de Sevilla ha abierto una investigación independiente tras una denuncia de la Asociación de Mujeres Afectadas por el Cáncer de Mama (AMAMA), que alertó del posible borrado o alteración de mamografías y otras pruebas radiológicas en las plataformas digitales del Servicio Andaluz de Salud (SAS), como ClicSalud+ y Diraya. Este hecho se suma a la investigación ya iniciada por la Fiscalía de Andalucía, que está indagando en los fallos en los cribados de cáncer de mama en la región.
En medio de la controversia, el gobierno de la Junta de Andalucía, encabezado por Juanma Moreno y con Antonio Sanz como consejero de Sanidad, ha desmentido las acusaciones, alegando que los problemas se deben a una “incidencia técnica”. Sin embargo, las explicaciones del ejecutivo no parecen calmar la creciente preocupación de las afectadas ni resolver la crisis de confianza que está afectando al sistema sanitario andaluz.
II. AMAMA: La voz de las afectadas
AMAMA, como organización que lucha por los derechos de las mujeres con cáncer de mama, ha sido la principal denunciante de esta situación. Según Ángela Claverol, presidenta de AMAMA, la asociación ha recibido múltiples quejas de mujeres que informaban sobre la desaparición de mamografías y ecografías en las plataformas ClicSalud+ y Diraya. Además, las denuncias señalan que en algunas pruebas se habrían modificado los nombres de los radiólogos o desaparecido los documentos informados.
Es importante destacar que este tipo de problemas no solo afectan la integridad del sistema sanitario, sino que tienen un impacto emocional profundo sobre las pacientes. Las mujeres que esperan respuestas a sus diagnósticos o que están en tratamiento para cáncer de mama se enfrentan a una incertidumbre que aumenta su angustia, algo que no se puede tolerar en un sistema sanitario que debe ser de confianza.
III. La respuesta oficial: Un intento de minimizar el escándalo
El gobierno de la Junta de Andalucía, a través de su consejero de Sanidad, Antonio Sanz, ha rechazado las acusaciones de AMAMA, asegurando que la desaparición temporal de los historiales médicos se debió a una “incidencia técnica” que afectó a los sistemas informáticos ClicSalud+ y Diraya. Sin embargo, el tiempo que duró esta “incidencia” y la falta de transparencia en las explicaciones ofrecidas por las autoridades han dejado muchas dudas.
Las autoridades sanitarias han insistido en que no se produjo ningún borrado de datos, pero las mujeres afectadas por esta situación no encuentran respuestas satisfactorias, especialmente cuando las quejas siguen llegando. Las explicaciones oficiales, lejos de tranquilizar, solo generan más desconfianza. Esto plantea una pregunta inquietante: ¿Estamos ante una excusa técnica o ante un encubrimiento de algo mucho más grave?
IV. Recortes y privatización: Las raíces del descalabro
El problema que estamos presenciando no es aislado. Es el reflejo de un modelo de gestión sanitaria que ha sido progresivamente debilitado por los recortes en recursos y la privatización de servicios públicos. En los últimos años, la Junta de Andalucía ha sido acusada de priorizar la externalización de servicios y de recortar los presupuestos destinados a la sanidad pública. Esto ha tenido consecuencias directas sobre la calidad del sistema, sobre todo en áreas tan sensibles como la detección temprana del cáncer.
La reducción de personal, la falta de inversión en infraestructuras tecnológicas y la externalización de servicios clave han afectado la capacidad de respuesta del SAS ante situaciones de emergencia, como esta. Si el gobierno andaluz no invierte en la actualización de las herramientas tecnológicas o en la formación continua del personal, estamos ante una receta para el desastre.
V. La fiscalía: ¿Una investigación genuina o un parche para calmar la indignación?
El inicio de las diligencias por parte de la Fiscalía de Sevilla es un paso positivo, pero debemos cuestionar su efectividad y su independencia. En primer lugar, la Fiscalía de Andalucía ya había abierto una investigación previa por los fallos en los cribados, por lo que la duplicación de investigaciones podría parecer un intento de repartir responsabilidades para diluir la gravedad del asunto.
La presión mediática y la indignación social son evidentes, pero ¿realmente se está investigando a fondo o estamos ante una medida superficial para dar la impresión de que algo se está haciendo? La fiscalía debe demostrar su independencia y su voluntad de esclarecer la verdad, sin interferencias políticas. De lo contrario, corremos el riesgo de que este caso quede en el olvido, como otros tantos escándalos de corrupción y mala gestión sanitaria.
VI. Un llamado a la movilización social
Este no es solo un asunto técnico o administrativo; estamos hablando de la vida de miles de mujeres que confían en el sistema sanitario para recibir un diagnóstico temprano y fiable de cáncer de mama. Es una cuestión de derechos fundamentales y de justicia social. La movilización social es imprescindible para exigir responsabilidades a los políticos responsables de este descalabro.
No podemos permitir que el mal manejo de los recursos públicos, los recortes y la privatización de la sanidad sigan poniendo en riesgo la salud de la ciudadanía. Es el momento de que la sociedad andaluza, y española en general, se levante para exigir un sistema sanitario público fuerte, accesible y eficiente. La salud de las personas debe ser una prioridad, no una mercancía.
Conclusión: Un sistema en crisis que necesita un cambio radical
El caso del borrado de pruebas en los cribados de cáncer de mama en Andalucía es un claro reflejo de la crisis profunda que atraviesa el sistema sanitario público. La falta de transparencia, la gestión inadecuada y las políticas de recorte y privatización están poniendo en peligro no solo la calidad del servicio, sino también la confianza de los ciudadanos en el sistema de salud.
Es urgente que se esclarezcan los hechos y que se tomen las medidas necesarias para evitar que situaciones como esta se repitan. Mientras tanto, la sociedad debe seguir presionando para exigir una sanidad pública fuerte, que garantice la igualdad de acceso y la calidad en el servicio.
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Bibliografía:
• La Fiscalía de Sevilla abre una investigación sobre el borrado de pruebas del SAS. Cadena SER.
• AMAMA denuncia el borrado de mamografías en Andalucía. Público.
• Recortes en sanidad pública: Impacto y consecuencias. El País.
Firmado:
Dr. Ney Briones Zambrano
Director Ejecutivo de Movimiento Pluricultural Quinta Región
Redactor en Red Conecta Ecuador Noticias / Substack
