La amnesia selectiva del PP
El arte de olvidar sus propios escándalos para criticar los ajenos
Contextualización: El olvido conveniente de Génova
La amnesia selectiva del PP no es un simple olvido; es una estrategia política cuidadosamente diseñada para reescribir la historia de forma que los errores del pasado desaparezcan, dejando solo el relato conveniente de lo que les interesa mostrar. En un país donde la polarización política sigue creciendo, el Partido Popular se ha erigido como el principal artífice de la manipulación histórica. Con cada crítica feroz que lanza al PSOE o a otros partidos, el PP elude sus propios escándalos, los cuales se esfuman como si nunca hubieran ocurrido.
A lo largo de este artículo, desglosaremos cómo el PP ha utilizado la amnesia selectiva como una herramienta de poder, permitiéndole atacar a sus adversarios con armas que, en su momento, ellos mismos utilizaron sin reparos. Desde indultos a corruptos, pactos con separatistas, hasta su propia corrupción sistémica, el PP ha sido responsable de algunos de los escándalos más graves de la política española, pero hoy los presenta como capítulos olvidados.
I. Indultos: "De la 'rendición' a la 'impunidad'": La doble moral del PP
La doble moral del PP respecto a los indultos es uno de los ejemplos más claros de su amnesia selectiva. Bajo el gobierno de Pedro Sánchez, el indulto a los líderes independentistas catalanes fue tildado de "rendición" y "traición a España", pero la historia se olvida rápidamente cuando echamos un vistazo a los indultos que el PP otorgó durante sus mandatos.
En 2011, Alfredo Sáenz, presidente de Banco Santander, fue condenado por falsificación de documentos, pero su indulto llegó rápidamente, sin apenas resistencia. Sáenz no solo salió libre de una condena judicial, sino que continuó como presidente de uno de los bancos más poderosos del país. Si el indulto a los separatistas catalanes fue una "rendición", ¿Cómo calificar la impunidad concedida a un empresario corrupto con poder político y económico?
La verdadera hipocresía del PP no reside en los indultos, sino en cómo cambian de discurso según convenga a sus intereses. Lo que antes era una práctica legítima, se convierte en "deslealtad" cuando lo hacen otros, pero siempre se ha utilizado como herramienta de protección a los poderosos.
II. Pactos con separatistas: "¿Diálogo necesario o traición?"
El PP ha sido experto en pactar con separatistas cuando le conviene. Hoy, con un énfasis en la unidad de España, critica ferozmente a Pedro Sánchez por ceder al chantaje de ERC y otros partidos separatistas. Sin embargo, Aznar y Rajoy no tuvieron problemas en pactar con los mismos grupos cuando era necesario para mantener el poder.
En 1996, Aznar pactó con CiU, un partido que promovía la independencia de Cataluña, en un acuerdo que permitió al PP formar gobierno. Autonomía fiscal, condonación de deuda y mayores competencias para Cataluña fueron algunas de las concesiones realizadas para asegurar el apoyo de los nacionalistas catalanes. Años más tarde, Rajoy seguiría la misma senda, buscando la aprobación del PNV para aprobar presupuestos y reformas clave.
El PP ha hecho de la “traición” un concepto relativo, dependiendo siempre de sus propios intereses. Lo que para ellos es una "traición" cuando lo hace otro, se convierte en "diálogo necesario" cuando ellos se benefician de los pactos con los nacionalistas.
III. La corrupción del PP: ¿Un pasado olvidado?
La corrupción en el PP es una historia continua, con Gürtel, Bárcenas, Púnica y Lezo como los escándalos más representativos. El PP, en lugar de reconocer sus fallos, ha preferido desviar la atención hacia otros casos de corrupción, acusando al PSOE de corrupción, mientras que, en su propio seno, las tramas de financiación ilegal y sobornos se han multiplicado durante años.
El Caso Gürtel, en el que miembros del PP recibían sobornos a cambio de contratos públicos, fue una de las mayores revelaciones de corrupción en la historia reciente de España. Sin embargo, el PP nunca asumió su responsabilidad política. De hecho, Mariano Rajoy, entonces presidente del gobierno, nunca dio explicaciones satisfactorias sobre su implicación en estos casos, a pesar de las evidencias.
Lo mismo sucedió con Luis Bárcenas, quien mantuvo una contabilidad paralela para financiar ilegalmente las campañas del PP. A pesar de las evidencias judiciales, el partido optó por no rendir cuentas y, en cambio, utilizó la narrativa de “persecución política” para evadir el peso de la corrupción interna.
IV. Manipulación mediática: RTVE y Telemadrid: Los altavoces del poder
El control de los medios fue una de las estrategias clave para que el PP preservara su poder. Durante los gobiernos de Aznar y Rajoy, RTVE y Telemadrid no fueron medios públicos sino herramientas de propaganda al servicio de la agenda del PP. En lugar de informar de manera plural, estos medios se convirtieron en altavoces de la administración popular.
La manipulación de RTVE fue especialmente evidente durante la cobertura de la crisis económica y el ataque a las políticas de austeridad impuestas por el gobierno del PP. En lugar de ofrecer información objetiva, RTVE fue utilizada para justificar políticas impopulares. La censura en Telemadrid alcanzó niveles tan altos que el control informativo impidió la aparición de voces críticas.
El control de los medios por parte del PP fue una forma de mantener una hegemonía ideológica que asegurara su permanencia en el poder. Las críticas al PSOE por el control de RTVE son, en este sentido, hipócritas si se considera la larga trayectoria de manipulación mediática del PP.
V. La reescritura del pasado: un ejercicio de amnesia selectiva
El PP ha demostrado ser un maestro en reescribir su propia historia. Mientras lanza constantes críticas al PSOE por su gestión del pasado, el PP se dedica a eliminar o minimizar sus propios escándalos. Desde el manejo de la crisis económica de 2008 hasta sus pactos con partidos separatistas, el PP ha logrado crear una nueva narrativa, donde se presenta como el salvador de la unidad de España y el garante de la estabilidad económica, pese a los evidentes fallos en su gestión.
Uno de los ejemplos más notables de esta reescritura histórica es la crisis de 2008. Durante los mandatos de Aznar y Rajoy, la política económica del PP fue criticada por su falta de previsión y por ocultar la magnitud de la crisis. Hoy, sin embargo, el PP olvida su responsabilidad en el colapso financiero global y presenta su gestión como si nada hubiera pasado.
VI. Conclusión: La memoria no debe ser selectiva, debe ser colectiva
La amnesia selectiva del PP no es solo una táctica para ocultar sus errores. Es una herramienta para reescribir la historia a su favor. Al manipular la narrativa política, el PP no solo engaña a los ciudadanos, sino que pone en peligro los principios de responsabilidad política y transparencia. La memoria colectiva es esencial para que la democracia española se fortalezca, y el borrado selectivo de la historia solo contribuye a perpetuar el ciclo de errores.
Es fundamental que los ciudadanos tomen conciencia de que recordar el pasado no es un acto de venganza, sino de responsabilidad. Solo así podemos evitar que los mismos errores del pasado se repitan en el futuro.
Dr. Ney Briones Zambrano.
Redactor Red Ecuador conecta noticias/ substack
Director ejecutivo Movimiento Pluricultural Quinta Región.
Bibliografía y fuentes
Archivos judiciales del Caso Gürtel, Caso Púnica, y Caso Lezo.
Informes de RTVE y Telemadrid.
Discursos y entrevistas de José María Aznar, Mariano Rajoy, y Alberto Núñez Feijóo.
Informe Anual de Reporteros Sin Fronteras sobre manipulación mediática en España.
Estudios de memoria histórica y manipulación de la verdad política, publicados por la Fundación Alternativas.