Juanma Moreno y la política del “yo no me hago la foto”
El presidente que reaparece en la Feria, pero no en los incendios
Contextualización
Durante la ola de incendios que azotó Andalucía este agosto, el presidente de la Junta, Juanma Moreno, se destacó por su total ausencia. Ni en el incendio en la Mezquita de Córdoba, ni en el devastador fuego en Tarifa, estuvo presente el máximo representante andaluz. Tras varios días de silencio, decidió reaparecer en la Feria de Málaga, pronunciando una frase que, lejos de excusarlo, lo retrató: “No iba a ir a los incendios a hacerme la foto.”
Este incidente no es solo una cuestión de protocolo o agenda. Es un reflejo de una forma de gobernar donde la propaganda suplanta la acción real. Mientras Andalucía arde, el líder se refugia en excusas vacías, dejando en evidencia su falta de liderazgo.
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I. El presidente ausente
En momentos de crisis, como los incendios que devastan tierras y despojan a miles de su hogar, la expectativa de la ciudadanía no es que el presidente se ponga un casco de bombero, sino que esté presente, respaldando a las víctimas, escuchando sus necesidades y mostrando empatía. Sin embargo, Juanma Moreno decidió lo contrario: desaparecer.
¿Qué justificación dio? Que todo “se estabilizó en menos de 24 horas”. Esta es, a lo sumo, una forma trivial de medir el sufrimiento humano. La angustia de las familias desplazadas no se puede cuantificar con un cronómetro. Esta actitud refleja una falta de comprensión de la magnitud de la tragedia.

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II. Córdoba, Tarifa y la política del silencio
El incendio en la Mezquita de Córdoba, un ataque al patrimonio histórico andaluz, y el devastador fuego en Tarifa, que obligó a evacuar a miles de personas y arrasó ecosistemas únicos, parecen ser para el presidente simples “incendios de 24 horas”. No solo fue una falta de presencia, sino también una carencia de responsabilidad simbólica.
En su silencio, Moreno no solo se escudó en la incomodidad de un entorno donde no recibiría aplausos, sino que optó por evitar la confrontación. Mientras los bomberos luchaban en la primera línea, el presidente prefería guardar silencio, eludiendo las preguntas difíciles.
III. La reapertura en Málaga: más feria que fuego
Tras varios días de ausencia, el presidente finalmente reaparece, no en Tarifa ni en Córdoba, sino en la Feria de Málaga. Entre farolillos, copas de vino y sevillanas, Moreno eligió el escenario perfecto para dar la cara.
Allí, sin embargo, su frase “No iba a ir a los incendios a hacerme la foto” fue un claro ejemplo de la desconexión entre la política de imagen y la realidad de los ciudadanos. Al negarse a la foto en los incendios, terminó inmortalizando la peor imagen: la de un presidente dispuesto a posar en la Feria, pero ausente cuando la emergencia lo exigía.
IV. El comodín de culpar a Madrid
Como suele ocurrir en la política conservadora, Moreno recurrió al clásico recurso: culpar al Gobierno central. “El Ejecutivo llegó tarde”, denunció, desviando la atención de su propia inacción. Mientras él no aparecía en Córdoba ni en Tarifa, señalaba al Gobierno central, haciendo de Madrid el chivo expiatorio de su falta de liderazgo.
El PP andaluz tiene una habilidad innata para encontrar culpables ajenos. Si no es Sánchez, es Puente; si no es el Gobierno, es la oposición. Lo que nunca se menciona en su discurso es la autocrítica, la responsabilidad o un verdadero plan de acción ante la crisis.
V. ¿Qué significa gobernar en emergencias?
Gobernar no es solo figurar en las fotos, pero tampoco esconderse detrás de una excusa. Gobernar es estar presente en los momentos de crisis, escuchar a los ciudadanos, dar la cara, asumir las responsabilidades. Nadie le pidió a Moreno que apagara el fuego, pero sí que se hiciera visible, que respaldara a las familias evacuadas, que transmitiera confianza a los profesionales en la línea de fuego.
La política del “yo no me hago la foto” es peligrosa porque fomenta la ausencia. Normaliza la indiferencia y convierte al gobernante en un espectador de los problemas en lugar de un actor activo.
VI. El espejo de la indiferencia
La ausencia de Moreno durante los incendios no es un hecho aislado, sino un patrón de liderazgo. Es el reflejo de un presidente que prefiere posar en la Feria, rodeado de sonrisas y copas, que aparecer en las escenas de dolor y sufrimiento. Un presidente que elige la comodidad y evita la confrontación, demostrando que su compromiso es superficial y calculado.
Moreno ha optado por evitar la imagen de un presidente oportunista, pero lo que ha logrado es proyectar la de un líder distante e incapaz de comprender que, a veces, el simple acto de estar presente ya es una forma de gobernar.
Conclusión
Andalucía necesita líderes que estén en el lugar donde la gente sufre, no solo donde se brinda. La política no puede reducirse a cálculos de encuestas o imágenes que se ajusten a la agenda mediática. Gobernar exige compromiso, empatía y presencia real. Juanma Moreno ha querido evitar la imagen de un presidente oportunista, pero ha terminado proyectando la del gobernante ausente, incapaz de escuchar y responder cuando más se le necesita.
La historia no recordará tanto sus palabras, sino más bien su silencio.
✍️ Dr. Ney Briones Zambrano
Red Conecta Ecuador Noticias / Substack
Director Ejecutivo Movimiento Pluricultural Quinta Región
Bibliografía
Diario.es: “Juanma Moreno reaparece tras los incendios: ‘No iba a ir a hacerme la foto’”
Público.es: “El presidente de la Junta de Andalucía responde a las críticas tras su ausencia en Córdoba y Tarifa”
El País Andalucía: “El fuego en Tarifa arrasó más de 600 hectáreas y obligó a desalojar a miles de personas”
Agencia EFE: “El incendio en la Mezquita de Córdoba reabre el debate sobre la protección del patrimonio histórico”