Feijóo y el patriotismo de quita y pon
Cómo el Partido Popular ha convertido el amor a España en una estrategia de agitación vacía
Contextualización
Hay una España que no se toca: la de los símbolos, la bandera, la patria declamada a voz en grito. Esa es la España que el Partido Popular ha hecho suya. No la construye ni la protege, pero la agita. La invoca cada vez que se siente lejos del poder.
El patriotismo del PP —ese que dice "defender España" mientras bloquea instituciones, pacta con la ultraderecha y recorta lo público— no es más que una bandera extendida para ocultar la falta de proyecto político.
En este artículo analizamos cómo Alberto Núñez Feijóo ha perfeccionado un modelo que instrumentaliza la idea de patria como arma electoral, sin voluntad real de construir un país más justo ni más democrático.
I. La patria como ariete: cuando amar a España es gritar más fuerte
El PP lleva años fijando en el imaginario colectivo la idea de que amar a España equivale a hablar mucho de ella y acusar a los demás de traición. El patriotismo del PP se ha convertido en una estética vacía, similar a la de quienes ostentan la pulsera rojigualda, símbolo que algunos sectores utilizan como señal de patriotismo superficial, sin un compromiso real con la nación:
> “España se rompe”, “El Gobierno es ilegítimo”, “Nos están vendiendo a los independentistas”.
Pero ¿en qué consiste exactamente ese amor a la patria? No en garantizar la sanidad, ni en mejorar la educación, ni en frenar la desigualdad. Para Feijóo, como antes para Rajoy y Aznar, España es un tótem simbólico que se usa para dividir: los suyos contra todos los demás.
Lo paradójico es que cuanto más dicen defender España, más parecen ignorar al país real: el que madruga, el que no llega a fin de mes, el que espera semanas para ser atendido por un médico de cabecera.
II. El patriotismo vacío: sin propuestas, sin políticas
¿Qué políticas concretas ha propuesto el PP para mejorar el país en estos años de oposición?
La respuesta es incómoda: ninguna que no pase por derogar, desmantelar o bloquear. Lo suyo es un “no” perpetuo.
- No a la ley de vivienda (aunque la vivienda sea una emergencia social).
- No a la reforma laboral (a pesar de que ha reducido el paro y la temporalidad).
- No a los fondos europeos, que sin embargo sus gobiernos autonómicos gestionan con entusiasmo.
- No a una nueva financiación autonómica, salvo que gobiernen ellos.
Feijóo practica un patriotismo que consiste en sabotear cualquier avance del Gobierno central, incluso si beneficia a la ciudadanía. Porque para el PP, la prioridad no es España: es volver a gobernarla a toda costa.
III. La patria secuestrada: símbolos como escudo de la ultraderecha
El mayor ejemplo de ese “patriotismo de quita y pon” es su alianza estructural con Vox. En varias comunidades autónomas, el PP gobierna gracias a un partido que niega la violencia machista, censura contenidos culturales, elimina referencias al colectivo LGTBI y promueve el negacionismo climático.
¿Y qué hace Feijóo? Nada. Mira hacia otro lado.
O peor: blanquea, justifica o directamente aplica medidas reaccionarias. Todo en nombre de un supuesto “orden constitucional” que, en realidad, están socavando desde dentro.
¿Es eso amar a España? ¿Es eso defender la democracia?
No. Es usar la bandera como escudo para retroceder en derechos, imponer una moral única y construir una España a su imagen y semejanza.
IV. La deslealtad como estrategia: cuando el PP bloquea lo que no controla
El caso del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) es uno de los ejemplos más graves del uso partidista de las instituciones por parte del PP:
- El mandato del CGPJ caducó el 4 de diciembre de 2018.
- El acuerdo de renovación no se produjo hasta el 25 de junio de 2024, tras 2.029 días de bloqueo intencionado.
- El nuevo Consejo tomó posesión el 25 de julio de 2024, poniendo fin a una de las crisis institucionales más prolongadas de la democracia.
Durante ese tiempo, el PP impidió más de un centenar de nombramientos judiciales, dejó al Supremo con vacantes clave y forzó al sistema a operar bajo mínimos. Aunque la renovación llegó, lo hizo forzada por la presión europea, no por sentido de Estado.
El PP sólo negocia cuando ya no tiene más margen para bloquear.
V. El patriotismo que no necesita gritar: servicios públicos, cohesión, justicia social
Hay otra forma de amar a España que no necesita envolverse en la bandera:
Es construir un país donde vivir mejor sea un derecho, no un privilegio.
- Defender la sanidad pública es patriotismo.
- Reducir la desigualdad es patriotismo.
- Garantizar derechos civiles es patriotismo.
- Apostar por la ciencia, la educación, la cultura es patriotismo.
No lo verás en los mítines de Feijóo. No lo leerás en los editoriales de la prensa conservadora. Pero lo viven cada día quienes creen en una España plural, diversa y democrática.
VI. Feijóo: un patriota sin país
Feijóo no habla al país real, sino al país ficticio del PP: una España uniforme, orgullosa, resentida, nostálgica. Su patriotismo es una fantasía nacionalista de derechas donde no caben ni los disidentes, ni los diferentes, ni los que no votan como él.
La gran contradicción es que cuanto más invoca a España, más se aleja de ella. No escucha sus necesidades, no plantea soluciones, no asume responsabilidades. Se limita a señalar traidores, crispar las calles y ondear la bandera como disfraz.
Y lo más peligroso: cuando no gana, pone en duda la legitimidad del sistema. Porque para él, España solo existe si él la gobierna.
Conclusión: la patria no se grita, se construye
El patriotismo del PP no es más que una performance vacía. Un eslogan útil para crispar, dividir y alimentar tertulias. Pero no sirve para gobernar. Ni para construir país. Ni para mejorar la vida de nadie.
La patria no es un pin en la solapa. Es una responsabilidad colectiva.
Y esa responsabilidad —defender la democracia, los derechos y la dignidad de todos— le queda muy grande a quien confunde amar a España con gritar más fuerte que nadie.
Dr Ney Briones Zambrano.
Redactor Red Ecuador conecta noticias /substack.
Director ejecutivo Movimiento Pluricultural Quinta Región.
Bibliografía y fuentes
BOE. Ley de Vivienda (2023), Reforma Laboral (2021), Plan de Recuperación y Fondos Next Generation EU.
CGPJ. Cronología del bloqueo institucional (2018-2024).
El País. “El Gobierno y el PP pactan renovar el CGPJ tras más de cinco años de bloqueo” (25/06/2024).
La Vanguardia. “El nuevo CGPJ toma posesión: una renovación histórica” (25/07/2024).
Cadena SER. “Cronología del bloqueo: cinco años de parálisis institucional” (junio 2024).
Eldiario.es. Reportajes sobre pactos PP-Vox en gobiernos autonómicos.
Público. “Los recortes de Ayuso en sanidad y educación” (2023-2025).
CIS. Barómetros sobre percepción del conflicto territorial y calidad democrática.
InfoLibre y La Sexta. Cobertura de desinformación, censura y políticas regresivas.