“El mejor presidente de la historia”: la encuesta que ni la madre de Noboa se cree
La encuesta de IMASEN dice que Noboa es el mejor presidente que ha tenido el Ecuador. Un relato que insulta la inteligencia colectiva y demuestra cómo el poder se aferra a la mentira para sobrevivir.
Dr. Ney Briones Zambrano.
Redactor Ecuador conecta Noticias en substack .
Director ejecutivo de Movimiento pluricultural Quinta Región.
Curados de espanto, pero no de indignación
En Ecuador ya estamos curados de espanto. Hemos visto pasar farsantes con banda presidencial, decretos que pisotean la Constitución y gobiernos que prometen el cielo mientras nos arrastran al infierno. Pero, aun así, hay cosas que logran arrancarnos una mezcla de risa nerviosa, indignación profunda y un asombro que roza lo patológico.
Me refiero, por supuesto, al “estudio” publicado por la encuestadora IMASEN —una firma prácticamente desconocida en el ámbito político nacional— en el que se afirma, sin rubor ni vergüenza, que Daniel Noboa es “el mejor presidente que ha tenido el Ecuador”.
Permítanme un momento para recuperar el aliento.
Una ficción con apariencia de encuesta
Esta afirmación no solo es un insulto a la inteligencia colectiva. Es un acto deliberado de manipulación, una coreografía de propaganda disfrazada de ciencia estadística, construida con la sutileza de un elefante en una cristalería. Porque, seamos claros: no hay evidencia seria, ni datos, ni indicadores objetivos que respalden semejante declaración. Ninguno. Cero. Nada.
Es más: afirmar eso en este momento del país es como decir que el Titanic fue un crucero exitoso porque salió con champán del puerto.
IMASEN y la estrategia de la percepción
Esta encuesta no aparece sola. Es parte de una maquinaria que ya conocemos: medios digitales creados ad hoc, portales afines al gobierno, troles bien pagados, y un aparato de comunicación estatal que no informa, sino que maquilla.
Y no es la primera vez que ocurre. Ya lo vimos con otros gobiernos debilitados: cuando no hay gestión, cuando no hay resultados, cuando la legitimidad se erosiona, se recurre a lo único que aún se puede comprar: la percepción pública.
Pero la gente ya no come cuento. O, al menos, ya no lo digiere sin atragantarse.
¿De verdad estamos hablando del mismo presidente?
¿Estamos hablando del mismo Daniel Noboa que:
Eliminó la tabla de consumo de drogas con un decreto inconstitucional, sin ninguna política pública de salud o prevención?
Prometió gobernar con los “mejores” y ha cambiado ministros como quien cambia filtros de Instagram?
Se esconde tras un muro mediático mientras el país se desangra en calles controladas por bandas criminales?
Aparece en TikTok con lentes de sol mientras en los hospitales falta hasta paracetamol?
Recorta derechos laborales y privatiza lo público en nombre de la “solidaridad”?
Porque si ese es el mejor presidente que ha tenido el país, entonces la historia del Ecuador está escrita al revés.
La realidad no necesita encuestas
Los datos duros —esos que no caben en slogans— nos dan una imagen opuesta:
2024 fue el año más violento de la historia del país.
El sistema de salud está colapsado.
La educación pública agoniza.
La pobreza y el desempleo crecen.
El éxodo de ecuatorianos es alarmante.
La institucionalidad ha sido dinamitada a golpe de decretazos.
Y frente a eso, la respuesta del gobierno no es un plan de emergencia, sino una encuesta milagrosa. Un espejismo diseñado para que hablemos de eso, y no de lo que verdaderamente importa.
Un país que merece verdad, no propaganda
Este artículo no busca solo denunciar la ridiculez de un estudio. Busca algo más profundo: invitar a la reflexión crítica. Porque cuando permitimos que se instalen estas mentiras como verdades, abrimos la puerta al autoritarismo, a la impunidad, a la desmemoria.
Ecuador merece líderes que enfrenten la realidad, no que la oculten detrás de encuestas truchas. Merece instituciones serias, no empresas de propaganda. Merece ciudadanos despiertos, no audiencias manipulables.
El juicio del pueblo aún no ha llegado
Hoy el gobierno celebra una encuesta fabricada. Mañana se verá obligado a enfrentar la verdad de las urnas, de las calles, de la historia. Porque esa sí es implacable.
Y cuando ese juicio llegue —porque llegará—, no habrá IMASEN, ni troles, ni editoriales comprados, ni “sondeos” mágicos que puedan revertirlo.
Será el momento en que el pueblo diga: basta de circo. Basta de mentiras. Basta de mediocridad disfrazada de poder.
Y entonces sí, que se guarden sus encuestas donde no les alumbre el sol.
🗣 ¿Qué opinas tú? ¿Crees que Noboa merece ese título o te sientes insultado por el intento?
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