¿Casualidad, complicidad, ineptitud o pacto? La fuga de alias "Fede" y el desmoronamiento de la credibilidad estatal
“El sistema no falló?; el sistema pactó.es inepto ,o cómplice? La fuga de alias Fede desnuda un país atrapado por la corrupción y la impunidad.”
Por: Dr. Ney Briones Zambrano
Redactor Ecuador Conecta Noticias en Substack, Director Ejecutivo – Movimiento Pluricultural Quinta Región
"La verdad, cuando se ignora, no desaparece. Se disfraza. Y a veces, se fuga."
¿Quién es alias "Fede" y por qué su fuga importa?
La noche del viernes 20 de junio de 2025, mientras la mayoría de ecuatorianos intentaba sobrevivir a la rutina diaria de un país sitiado por la violencia, la corrupción y el desempleo, alias Fede —cuyo verdadero nombre es Rolando Federico Gómez Quinde, líder del grupo delictivo organizado "Los Águilas" y responsable de múltiples crímenes de alto impacto— se esfumaba de la Penitenciaría del Litoral. No por un túnel, no disfrazado de payaso ni oculto en un colchón, sino vestido con uniforme militar, en la cárcel supuestamente más controlada del Ecuador. Y lo más grave: con la complicidad del silencio oficial y la aparente inoperancia del Estado.
Una fuga que grita la verdad
Rolando Federico Gómez Quinde, conocido como alias “Fede”, no es un delincuente común. Es un objetivo de alto valor para la justicia, capturado en enero con 234 kilos de cocaína, 18 kilos de heroína, armas de guerra y uniformes oficiales. Apenas cinco meses después de su captura —presentada por el gobierno de Daniel Noboa como una gran victoria del operativo “Gran Fénix”—, este cabecilla se escapa sin resistencia, sin pronunciamientos inmediatos, sin respuestas claras. ¿Qué ocurrió con el "control militar" de la Penitenciaría? ¿Cómo es posible que un líder criminal se mezcle entre los soldados y salga caminando?
No estamos frente a un caso aislado. Es la quinta fuga de un cabecilla criminal durante este gobierno. Lo que parecía increíble, hoy es habitual: un Estado capturado, una institucionalidad descompuesta, una narrativa oficial que se desmorona al menor soplo de la realidad.
Daniel Noboa: más giras, menos gobierno
Mientras alias Fede se escapa por la puerta grande, el presidente Daniel Noboa anda de gira internacional. Sonríe para las cámaras en cumbres, ofrece discursos en foros globales, repite frases de campaña como si todavía estuviéramos en elecciones. Pero aquí, en Ecuador, la sangre sigue corriendo, las cárceles siguen bajo control de las mafias y la población sigue secuestrada por el miedo.
¿Qué está haciendo el gobierno de Noboa para recuperar la seguridad? En enero, por ejemplo, se anunció la militarización de las cárceles como parte del operativo “Gran Fénix”, pero las medidas han quedado en acciones aisladas más que en una política integral. ¿Qué políticas se han implementado realmente, más allá de los shows militares, los helicópteros sobrevolando ciudades y las conferencias de prensa con guiones vacíos?
La seguridad no se maquilla con fotos ni se improvisa con discursos. Se construye con planificación, decisión política, control real del territorio y, sobre todo, voluntad de limpiar las instituciones podridas desde dentro.
¿Un sistema cómplice?
La fuga de “Fede” no es un fallo. Es una evidencia. Muestra un sistema carcelario en el que no solo la corrupción es estructural, sino que la complicidad entre bandas criminales, custodios y mandos superiores es más que plausible. Es imposible que un reo vestido de militar salga sin ayuda. Es inadmisible que no haya videos, reportes, detenciones internas, renuncias inmediatas. Y sin embargo, no pasa nada. Como si el país estuviera anestesiado, resignado a la impunidad.
¿Será que alias Fede compró su libertad? ¿Será que su fuga fue pactada? ¿O será que a este gobierno simplemente le quedó grande el país?
No hay justicia sin verdad
A estas alturas, los ciudadanos ya no pedimos milagros. Pedimos coherencia. Que, si se dice que hay control militar en las cárceles, ese control sea real. Que, si se captura a un criminal de alto perfil, no se fugue en menos de seis meses. Que si se prometió “mano dura” contra el crimen organizado, se empiece por limpiar las instituciones de justicia, policía y gobierno, donde el crimen ha echado raíces profundas.
Pero, sobre todo, pedimos que se gobierne. Que se deje la gira y se ponga la cara. Que se deje la publicidad y se ejerza el poder con responsabilidad.
Porque mientras alias Fede duerme libre, probablemente en otro país, armado y sonriente, nosotros vivimos presos. Presos del miedo, del desgobierno, de la certeza de que las cárceles ya no encierran a los culpables, sino a los pobres.
¿Y ahora qué?
Es hora de que el Ecuador despierte. Este no es solo un problema de cárceles. Es un síntoma de la enfermedad política que nos atraviesa. Si no exigimos explicaciones ahora, mañana será Fede, pasado será otro, y el Estado seguirá desangrándose en su propia mentira.
Basta de maquillaje. Basta de promesas. Queremos justicia. Queremos dignidad. Queremos un gobierno que gobierne.
Dr. Ney Briones Zambrano
Redactor Ecuador Conecta Noticias en Substack, Director Ejecutivo – Movimiento Pluricultural Quinta Región
No sé qué me jode más. La impunidad con uniforme o el silencio que la envuelve.
Mientras tanto, la gente trabaja tres turnos por un sueldo que no alcanza ni para enterrarse. Mientras tanto, las madres duermen con un cuchillo debajo de la almohada. Y el presidente... él sonríe. Con corbata bien planchada.
Es un país al que dejaron desangrarse a propósito. El sistema no existe.
¿Qué hacemos? Escribimos. Rezamos. ¿Sirve de algo?